Aunque somos un taller de chapa y pintura en Cabezón de la Sal, también nos ocupamos de las revisiones y pequeñas reparaciones mecánicas. Gracias a este servicio fue como conocimos, hace ya algunos años a Marisa. Ella es un ejemplo de que ningún conductor puede asegurar estar libre del riesgo de sufrir un accidente, puede poner toda su atención, el mayor cuidado, adoptar todas las precauciones posibles que, cuando menos te lo esperas, ¡Zas! Tienes el lateral arañado.

Marisa es una excelente conductora a quien conocemos desde hace años pues, desde que empezó a conducir aquel simpático Citroen Visa, siempre nos lo traía a Talleres Fergar para que le revisáramos los frenos, el nivel de aceite, cambiáramos los filtros... Pues Después del Visa vino el Renault 9, también de segunda mano, y más tarde el Golf azul, y tal vez alguno más, pero sus visitas nunca eran para reparar ningún golpe. Ni siquiera un arañazo.    

Hasta hace unos quince días, que Marisa llegó al taller conduciendo un flamante BMW 116 azul que tenía todo el lateral derecho lleno de abolladuras y arañazos. Su primer coche nuevo y apenas tres semanas después de estrenado, el vecino de la plaza de garaje había calculado mal la maniobra de aparcamiento y se había empotrado literalmente contra el coche nuevo de Marisa.  

El gran problema de los golpes de chapa, siempre y cuando no haya personas heridas en el accidente, es que la reparación requiere que el coche esté en el taller durante unos días, sin contar el tiempo que necesitan los peritos de las compañías de seguros para autorizar la reparación. Por fortuna, somos un taller de chapa y pintura en Cabezón de la Sal que tenemos concierto con todas las compañías aseguradores de automóviles por lo que Marisa ya está otra vez disfrutando de su coche nuevo. “Después de tantos años, es la segunda vez en un mes que estreno coche nuevo”.